En la victoria de los Golden State Warriors ante Atlanta Hawks 127-113, Steph Curry tuvo su primer partido de 50 puntos en la temporada. Además, el base aportó 10 asistencias y siete rebotes. La franquicia de San Francisco tiene el mejor balance de la NBA: 9-1.
A sus 33 años, el nacido en Akron está en uno de los mejores momentos de su carrera: promedia 27.6 puntos, 6.6 rebotes (máxima) y 6.6 asistencias. Eso sí, no está lanzando con un gran porcentaje detrás del arco: 38.8%. Para un jugador de su calibre, no es un número alto. En prácticamente toda su trayectoria como profesional, logró superar el 40%.
Al alto nivel de Curry hay que sumarle el aporte de Draymond Green en todas las facetas del juego, la intensidad de Iguodala y el crecimiento de Jordan Poole esta campaña. Y no podemos pasar por alto el salto de calidad que brindará la vuelta de Klay Thompson al equipo, lo que terminará de darle la etiqueta de candidato al título.
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